Evitar el dolor es imposible, lo que debemos hacer, según Frankl, es aceptarlo; después de todo: «el valor no reside en el sufrimiento en sí, sino en la actitud frente a él, en la capacidad de soportarlo».
Por Paola Celi. 08 agosto, 2022. Publicado en Correo, el 7 de agosto de 2022.Se trata de un relato subjetivo y en primera persona de Viktor Frankl, quien fue prisionero en los campos de exterminio: «Alguien ajeno a los campos [de concentración] podría garantizar la distancia afectiva, pero la distancia misma le impediría conocer la realidad subjetiva de los hechos».
Por otro lado, en el prefacio, Benigno Freire nos advierte que esta obra es, sobre todo, un texto de psicología: «Así lo declara Frankl […] El libro procura “responder a la pregunta: ¿Cómo se veía afectada la psicología del prisionero por el día a día en un campo de concentración?”».
Este aporte psicológico es muy valioso, ya que, como afirma Domínguez Prieto, además de homo sapiens, el hombre es homo patiens, hombre sufriente. Por tanto, evitar el dolor es imposible, lo que debemos hacer, según Frankl, es aceptarlo; después de todo: «el valor no reside en el sufrimiento en sí, sino en la actitud frente a él, en la capacidad de soportarlo».
¿Hasta dónde llega la fortaleza del ser humano para soportar una carrera trunca, una enfermedad terminal o la pérdida de un ser querido? Creo que Viktor Frankl nos lo deja claro en la siguiente cita: «Si alguien nos hubiera preguntado si la afirmación de Dostoyevski que define al hombre como un ser que puede acostumbrarse a todo era cierta, habríamos contestado: “Sí, el hombre puede acostumbrarse a todo, pero no nos pregunte cómo lo hace”».
Anímese a leer El hombre en busca de sentido y encontrará distintas respuestas a la pregunta: ¿Qué sentido tiene el sufrimiento?
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.